Un "gentilhomme campagnard", es la frase tradicional para designar al Beauceron, Pastor de Beauce o Bas-Rouge, pastor francés por excelencia. Es decir, el "caballero campesino", perro rústico pero elegante, fiel a su amo y desconfiado con los extraños. El beauceron es por sus orígenes ancestrales un perro para la guarda de rebaños; con el tiempo desarrolló la capacidad de la conducción de ganado (tanto ovino como bovino). En la actualidad son pocos los que se dedican a esos menesteres, siendo sus principales funciones las de guardar y defender personas y propiedades, para las que está especialmente preparado, sea por su tamaño (el mayor del grupo 1º), por su potencia o por su poder de persuasión.
Es un perro activo al que le gusta satisfacer a su amo. De gran sensibilidad y viveza de espíritu esta dotado de una buena memoria y de una rápida comprensión, aprende fácilmente y trabaja a conciencia, es, por tanto, de fácil adiestramiento para la distintas funciones que actualmente desarrollan los perros de utilidad: de guarda y defensa, de policía, de búsqueda y salvamento, de rastreo, perro guía, de compañía y, claro está, perro deportivo, siendo muy frecuente su presencia en pruebas de trabajo RCI, Agility u otras actividades deportivas.
El beauceron, especialmente el macho, tiene una adolescencia más tardía que otras razas, de forma que, en ocasiones, se comporta como un adulto capaz y seguro de sí mismo y, en otras, se comporta como un cachorro juguetón que reclama nuestra atención. Es indispensable una educación de base en cuanto a obediencia, lo que permitirá tener en todo lugar y en todas circunstancias un perro fiable que nos hará sentir orgullosos. Es fundamental que su aprendizaje se realice dentro de la coherencia. De esta forma siempre se esforzará en satisfacernos; por el contrario, la incoherencia es fatal. Tolerar hoy - prohibir mañana puede desestabilizar al perro.
Aprende todo lo que se le enseña a condición de que no se le imponga, si se quiere ir demasiado deprisa se corre el riesgo de que rehuse el aprendizaje. El Pastor de Beauce es un perro con carácter, no se somete sino que colabora. Si se quiere obtener de él buenos resultados la mejor forma es motivarlo, nunca el aprendizaje ha de basarse en el miedo sino en el respeto. Es indispensable que la relación que tengamos con el beauceron sea de complicidad más que de imposición, una buena relación amo-perro acelerá el aprendizaje. El beauceron requiere un amo justo, con autoridad pero sin ser severo, paciente y seguro de sí mismo. El papel que juega el amo es el correspondiente al jefe de la manada. La mayor parte de los problemas encontrados en los perros provienen de aptitudes complacientes, débiles o incoherentes del amo.
En familia, el beauceron es una delicia, generoso en demostraciones de afecto, cariñoso e incluso "pegajoso". Debido a su gran sensibilidad percibe muy bien el ambiente y según el estado anímico de su amo, reaccionará de forma diferente. El beauceron guarda y protege por su propio instinto. En general es desconfiado con los extraños frente a los que se mantendrá vigilante y listo para intervenir en caso necesario. Del mismo modo, no olvida a los amigos, a los que recordará y saludará con gran alegría. Además de su papel protector, sabe consolar, tranquilizar y divertir. Es un perro de campo que prefiere vivir al aire libre aunque tolera vivir en un piso, siempre y cuando se le proporcione largos paseos, fundamental para su mantenimiento psicofísico.
El estándar del Pastor de Beauce penaliza a los perros tímidos y temerosos y descalifica a los agresivos y a los miedosos. Hay que reseñar que esta raza no es comercial, ni siquiera en Francia, de forma que los criterios de selección se realizan tanto por cuestiones morfológicas como por carácter, siendo la segunda si cabe más importante. El Club de los Amigos del Beauceron, en Francia, vela por mantener ambos aspectos. Continuamente realiza jornadas, exposiciones monográficas regionales y una vez al año una exposición monográfica de ámbito nacional, al objeto de recomendar perros para la cría, garantizándose de esta manera la selección y el mantenimiento de las características de la raza. Se hace necesario para ello que, entre otras cosas, al menos se superen las pruebas para juzgar las aptitudes del beauceron. Dichas pruebas tratan de demostrar la sociabilidad del perro o su capacidad para resolver determinadas situaciones. Deben dejarse manipular y saber comportarse entre una multitud de personas sin signos de inquietud ni agresividad. Deben demostrar indiferencia ante dos disparos, efectuados con pistola de fogueo de 9 mm, el primero en movimiento con el perro de espaldas, y el segundo de frente con el perro parado. Deben, por último, mostrar una buena reacción de defensa sin agresividad ante la amenaza de un bastón. Para obtener el calificativo general de excelente deberá obtener el excelente en cada una de las pruebas citadas anteriormente. Si, en el contexto de una Exposición Monográfica Nacional, el perro es excelente en morfología, excelente en carácter y además no presenta signos de displasia de cadera tras imagen radiográfica, el perro es recomendado para la cría.
El que quiere un perro activo, voluntarioso, leal y franco puede pensar en un beauceron, si además quiere tener un compañero al que no le falte la personalidad, puede estar seguro de no quedar decepcionado.
Extraido de: http://personales.upv.es/~earilla/
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