HISTORIA Y ORIGENES DEL MASTÍN NAPOLITANO:
En la exposición de Nápoles de 1946 Piero Scanziani, periodista, escritor y cinólogo conocido, presentaba su raza preferida: el boxer. Su encuentro con el Mastino hace referencia en uno de sus textos que en los sucesivo llenaría a las más hermosas páginas de la literatura cinológica. Este encuentro fue el punto de partida de un amor apasionado, total, que ocuparía más de diez años.
La pasión que Scanzioni tenía por el moloso romano (como entonces lo llamaba) le impulsa a viajar los fines de semana en interminables trayectos entre Roma y Nápoles, gastando todas sus economías. Compra a “Guaglione” tras extenuantes tratos, por la cantidad de 30.000 liras (2.900 ptas, una fortuna por aquel entonces), obtiene un permiso municipal para la autorización de alojar sus molosos en jaulas disponibles del zoo de Roma.